martes, 2 de febrero de 2016

Imagínate que tienes una herida en alguna parte de tu cuerpo, en alguna parte en que no puedes ubicar exactamente y que no puedes tampoco ver ni tocar y supon que esa herida te duele y amenaza abrirse o cerrarse cuando te olvidas de ella y hace lo que no debes inclinarte correr luchar o reír apenas lo intentas, la herida surge su recuerdo primero su dolor enseguida, estoy aquí anda despacio, no te quedan más que dos caminos o renunciar a vivir así haciendo a propósito lo que no debes o vivir así evitando hacer lo que no debes

Manuel Rojas